Saturday, May 13, 2006

CRÍTICA: Cartelera (Plan Oculto)


Plan Oculto

Título original: "Inside man"
Director: Spike Lee
Guión: Russell Gewirtz
Intérpretes: Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster, Christopher Plummer, Willem Dafoe.
Género: Thriller
Metraje: 129 minutos
Nacionalidad: EEUU
Año: 2006
Calificación: Buena (***)

Últimamente, Hollywood sólo produce dos tipos de películas: subproductos abominables o entretenimientos de calidad, hechos con esmero y cierto respeto hacia el espectador. Por suerte, nos encontramos en el segundo caso, con una película bien construida y agradable de ver, dirigida con eficacia y con un elenco de intérpretes muy afortunado. Aunque la película no alcanza el estrato de las rarezas que se ruedan como un producto y acaban siendo una obra de arte. Por desgracia, el tema y las pretensiones no dan para más que una cinta comercial.

La idea del atraco perfecto, aquél que no se puede perseguir porque no se ha cometido, no es en absoluto nueva para el cine o la literatura. Un grupo de hombres armados irrumpen en una sucursal de Nueva York y toman rehenes; cuando la Policía lo asalta por la fuerza no puede identificar a los asaltantes y en las cajas no falta ni un dólar. El principio de la película es impactante, con un Clive Owen que nos habla del éxito de su estrategema desde una especie de zulo que no parece una cárcel pero tampoco un paraíso tropical. Un planteamiento en apariencia tan brillante precisa de explicaciones simples, aunque la historia no es demasiado sencilla en ese aspecto: surge una historia de venganza que proviene de la Segunda Guerra Mundial que relaciona al director del banco, el poderoso Arthur Case (Christopher Plummer) con el objeto del robo y chantaje de los ladrones. El interés de Case por el desarrollo de la toma de rehenes parece ir más allá de lo profesional y rápidamente nos pone en guardia: ¿qué intereses personales defiende y por qué pide a Madeline White su mediación ante los criminales? Pero hay otra pregunta muy relacionada y que apareció en la primera toma: ¿cómo se han evaporado los asaltantes? El cabecilla de éstos, Dalton Russell (Clive Owen) tiene que cumplir la promesa que hizo al negociador policial, el detective Frazier (Denzel Washington), y saldrá por la puerta principal del banco como un ciudadano más. El guión recurre a lo rocambolesco para justificar los dos detalles principales: el móvil del atraco y la forma de evasión. Son más sorprendentes los trucos con los que nos sorprende el nudo de la trama, como el del micrófono o el albanés.

Denzel Washington, imprescindible en toda película de Spike Lee, va creciendo con los años aunque el mejor trabajo de la película es el de Clive Owen. Éste logra el personaje frío y perfecto que sólo logran hoy en día gente tan consolidada como Kevin Spacey o Ed Harris en este tipo de papeles. El resto son eficaces aunque insisten en recrearse en su rol sin éste no lo exija, como es el caso de Jodie Foster, la mediadora al servicio de Plummet. A aquellos interesados se les informa de que la "albanesa" que llena dos minutos de película con su imponente aparición se llama Florina Petcu y es rumana.

La dirección tiene fases brillantes, como aquélla que mezcla las escenas del secuestro de los rehenes con el posterior interrogatorio policial. Este avance simultáneo en dos tiempos diferentes tampoco es una innovación pero sí está desarrollado a la perfección. Desde aquí recomendamos acudir al cine para pasar un rato ameno con una cinta interesante, aunque advertimos de que es una historia convencional que no va a maravillar a nadie. No es una gran película porque no intenta serlo, pero al nivel del cine actual no deja de ser uno de los mejores estrenos.

Saturday, March 25, 2006

CRÍTICA: Videoteca (El Crack)


El Crack
Colaborador Geffe

Director: José Luis Garci
Guión: José Luis Garci y Horacio Valcárcel
Intérpretes: Alfredo Landa, María Casanova, José Bódalo, Miguel Rellán, Manuel Tejada.
Año: 1981
Nacionalidad: España
Metraje: 131 minutos
Género: Thriller
Calificación: Muy Buena (****)

Si a alguien que no sepa demasiado, pero sí algo de cine, se le dice que Garci hizo en su momento un thriller nos mirará escéptico; si se añade que está libremente basada en una novela de Daniel Hammet, creador del personaje de Marlowe, que interpretaría luego Bogart en el cine, pensará en que clase de sustancias alucinógenas podremos estar tomando…pero finalmente, si se le anuncia que el protagonista encarnando a un duro detective es… Alfredo Landa, y que hace una actuación sobresaliente…lo más probable es que corra a buscar a los loqueros. Pero todo lo anterior es cierto, esta película existe y es uno de los más completos thrillers que he visto jamás.

Muy resumidamente, y sin caer en el delito execrable de destripador de historias, trata de un duro y competente detective privado, ex-policía, en la España de finales de los 70, aficionado al boxeo, y de vida personal ordenada y poco emocionante. Recibe un encargo : encontrar a la hija de un potentado leonés desaparecida haría dos años. El encargo aparentemente rutinario tomará visos más peligrosos; finalmente muere una inocente, la hija de su amor platónico: entonces toca la hora de la venganza… Es mejor que la veáis por vosotros mismos, la historia se sigue perfectamente; ahora os comentaré por qué me ha parecido muy destacable.

No es un thriller pretencioso y todos los giros de la trama avanzan a ritmo mental, es decir, se piensan, se razonan y aparecen, así lo hace el protagonista, pero cuidado: aquí el espectador, si es inteligente, puede adivinar mucho de lo que va a pasar…¡no importa! Sí en efecto, el particular tempo narrativo de Garci, dilatado y muy formal, es AQUÍ un concepto innovador y muy potente: con un cambio de plano, una secuencia que continua más allá del límite aparente, una toma angularmente extraña, se indica una idea, un acontecimiento que va surgiendo, o algo que ya estaba latente, y entonces se nos ocurre, se le ocurre, o nos sorprende pero luego decimos, claro, se veía por etc. etc.

Y sin embargo su característica más notable es la emotividad tan sobria y depurada que desprende a lo largo de la historia; desde luego muy alejada de los excesos sensibleros de los que luego adolecería el mismo director, aunque en cierta forma los prefiguren; en ésta, el género o la historia o su propio acierto hacen que recorte mariconaditas y pasteleos y depure una historia que se presenta por si misma (mérito de D. Hammet) . A diferencia de los thriller americanos, su vida personal, sus ideas, sus principios, sus sentimientos están presentes, aquí, desde los primeros momentos : es un duro de fondo blando y con sólidos principios morales, pero no es Harry el sucio, o ninguno de los personajes Eastwood, es Alfredo Landa, con bigote, con entrecejo hundido y bajito, que a ratos impone; nunca jamás creería que iba a decir que Alfredo Landa es un actorazo, pero lo es, lo ha demostrado. Su historia personal no está al servicio del thriller sino que se consigue un difícil, pero aparentemente fácil( mérito de guión, dirección y protagonistas), equilibrio acción-sentimientos, que se resuelve y disputa a lo largo de toda la película, a veces el uno mueve al otro oscuramente y otras veces la interacción es mucho más simple, cómo se verá.

Queda por reflexionar acerca del título, es curioso, no parece haber ninguna razón determinante para su elección, es decir, hay una muy obvia pero no es suficiente… es una historia formalmente muy similar a las del género de boxeadores, y además aparece el boxeo cómo su distracción, quizás algo más…Pero también el ambiente de la época, impregnado profundamente de una decadencia general… color decadente, principios decadentes, crisis, droga, corrupción: el entusiasmo y la actividad de los 70 dan paso a la abulia y la transición de los 80, sin duda aportan un matiz rebelde, asocial y único al protagonista.

Participando grandes actores y actrices de la época, muchos ya desaparecidos, la película ofrece la oportunidad de ver también una historia social, a través del desfile de caracteres que pasan y explican frente a los ojos del detective, un tipo que "mira y escucha". El guión es muy notable y equilibrado con la película, cada palabra ha sido meditada, prefiriendo la ausencia al recargamiento, la explicación a la presentación. La banda sonora es una maravilla de la época, que en nada envidia a muchas de las mejores que he oído. Mi valoración global es que es muy buena, una de las mejores de este país, imprescindible para conocer su cine. Espero que os haya animado y estimulado suficiente para verla por vosotros mismos.

Friday, March 24, 2006

CRÍTICA: Cartelera (Syriana)



Syriana

Director: Stephen Gaghan
Guión: Stephen Gaghan, basado en el libro "See no evil..." de Robert Baer
Intérpretes: Matt Damon, George Clooney, Alexander Siddig, Christopher Plummet, Chris Cooper, Nicky Henson, Jeffrey Wright, Amanda Peet.
Nacionalidad: EEUU
Año: 2005
Metraje: 126 minutos
Género: Thriller político
Calificación: Buena (***)

En el mundo actual puede resultar sencillo conocer un pequeño apartado del mismo pero su enorme complejidad hace casi imposible que existan hombres capaces de abarcarlo con su mirada. De igual manera, los conflictos humanos se hacen parcialmente denunciables en soportes como el cine: es factible señalar el caos africano y el aprovechamiento de las farmaceúticas (The constant gardener) o la intolerancia racial (Crash). Pero tratar de echar un vistazo en apenas dos horas al problema energético es una tarea tan arriesgada como interesante, consiguiendo Gaghan una película única y estimulante que oscila entre el documental político y un thriller internacional.

"Syriana" es un término usado en círculos del Departamento de Estado norteamericano, aludiendo a una posible situación de cambio de regímenes políticos en Oriente Medio hacia una orientación pro-occidental. A partir de este término utópico, que mezcla realidad con ficción, nace una historia tejida en un mundo actual entre Estados y personajes totalmente identificables. La propuesta de Gaghan, debutante en la dirección, se encuentra lastrada de inicio por la intención inequívoca de denunciar la política norteamericana en Oriente Medio. Por tanto, a pesar de que la trama es perfectamente creíble y que la denuncia es fundamentada, en muchos instantes de la película se aprecian ciertas simpatías y antipatías que pueden manipular la percepción del espectador. De igual manera, la abrumadora acumulación de datos, lugares o personajes busca desorientarle para remarcar la estremecedora dificultad del mercado energético. Esta técnica fragmentaria hace costoso el seguimiento de la trama y puede desanimar a más de uno. A pesar de estos defectos, el cine contestatario está muy bien argumentado y se sustenta en unas grandes interpretaciones y unas adecuadas localizaciones.

George Clooney se gana el Oscar con un trabajo brillante como el agente de la CIA Bob Barnes, aunque eclipsado a mi parecer por Christopher Plummet (Dean Whiting) o el sudanés Alexander Siddig (Príncipe Nasir). El resto cumplen bien con sus pocos minutos en escena, resaltando lo adecuado del casting y de las posteriores caracterizaciones. Con el desmesurado rodaje se viene abajo el mito de cine independiente, porque Ginebra, Casablanca (sustituye a Beirut o Teherán) o Dubai (Emiratos Árabes Unidos) desfilan por la pantalla junto a los escenarios estrictamente norteamericanos, especialmente Washington. El tiempo total empleado fue de cinco meses a través de tres continentes, tratando de compaginar los intereses profesionales de los actores y las posibilidades en países no occidentales.
Intentaremos resumir al máximo la trama. La fusión de dos petroleras americanas, Connex y Killen, es la excusa para analizar las circunstancias en numerosos frentes. En un pequeño emirato del Golfo, el príncipe Nasir se postula como sucesor de su padre y pretende vender la nueva concesión de explotación de crudo a una compañía china, en perjuicio de Connex. Aparecen en escena Bob Barnes y Bryan Woodman (Damon): el primero es un agente de la CIA que debe asesinar a Nasir, el segundo un analista energético que queda como asesor del príncipe por razones que no desvelaremos. La fusión de las compañías dejará sin trabajo a muchos trabajadores árabes, lo que arrastrará a muchos al fanatismo muy bien retratado en una última escena antológica. En ese momento, en EEUU, el bufete Sloan Whiting investiga la corrupción en Killen, que ha conseguido mediante el soborno jugosos contratos en Kazajstán. Mientras un abogado de esta firma trabaja junto a la Fiscalía en este caso, el director del bufete (Plummet) busca deshacer el trato de Nasir con los chinos.
Para entender lo intrincado del mundo globalizado y de la encarnizada lucha por las fuentes de energía, se hace necesario ver esta película sólida, fruto de años de investigación de Gaghan guiado por el ex-agente de la CIA Robert Baer. Se reclama una mayor sencillez en el guión y un poco más de alejamiento objetivo del problema, pero el panorama que nos proporciona es extraordinario. Economía, política y arte en estado puro.

Tuesday, March 07, 2006

CRÍTICA: Videoteca (Erreway-Cuatro Caminos)


Erreway-Cuatro Caminos
Título Alternativo: Rebelde Way: la película
Director: Ezequiel Crupnicoff
Guión: Lily Ann Martin, Solange Keoleyan; basado en la idea de Cris Morena
Intérpretes: Luisana Lopilato, Camila Bordonaba, Benjamín Rojas, Felipe Colombo, Roly Serrano.
Año: 2004
Nacionalidad: Argentina
Género: Inclasificable
Metraje: 90 minutos inacabables
Calificación: Lamentable (-1)
Bastaba con que esta película tomase una mínima historia de la serie para que tuviera alguna gracia, para que el guión fuese algo coherente y que los actores pudieran hacer su trabajo. Pero no, alguien tuvo la genial idea de que los cuatro actores principales de la serie se subieran a un autobús a recorrer la Argentina profunda para crecer como grupo musical, hilando así una desastrosa sucesión de aventuras sin fuste ni rumbo.
Roly Serrano, que debe ser un actor gracioso en su país, tiene el difícil encargo de darle el toque de humor, cosa que no logra en absoluto. En cuanto a los cuatro actorcillos principales, sólo Camila Bordonaba (Marizza) consigue el aprobado, al igual que ocurre en la serie. Los dos chicos, Felipe Colombo (Manuel) y Benjamín Rojas (Pablo), intentan sin éxito explotar su vena macarra y pija respectivamente. En cuanto a Luisana Lopilato (Mia Colucci), en ella se centra la trama en una extraña mezcla de retrato social y lección adolescente sobre el sexo y el SIDA. Aparte de ser la actriz más flojita de la serie, el hacerla víctima de la fatalidad pone un final absurdo e innecesariamente trágico a una película inenarrable y errática.
Me intrigan los primeros 5 minutos, hasta que los cuatro se encuentran para esperar al autobús y ya se empieza a oler el desastre. Se podía haber hecho un producto ligerito y de consumo para adolescentes pero con una mínima calidad y sentido común. Tengo la seguridad de que ni a los mayores fanáticos de "Rebelde Way" ha podido convencer esta mezcla de subgéneros que intenta ser una "road movie" y se queda en un bodrio interminable. Como dice Roly Serrano, tomando prestadas sus palabras a la canción de Andrés Calamaro, "Fabio Zerpa tenía razón". "Hay marcianos sobre la tierra", sólo así se entiende este engendro que no puede entretener a ser humano... ni siquiera en la Argentina.

Friday, February 24, 2006

CRÍTICA: Cartelera (Crash)

Crash

Director: Paul Haggis
Guión: Paul Haggis y Roberto Moresco
Intérpretes: Matt Dillon, Brendan Fraser, Sandra Bullock, Don Cheadle.
Año: 2004
Nacionalidad: EEUU
Género: Drama
Metraje: 113 minutos
Calificación: Buena (***)
Extraña película sin un hilo argumental claro, tejido en torno a una sucesión de encuentros y coincidencias de muy diversos personajes en la ciudad de Los Ángeles. Es lo que muchos críticos llamarán "película coral": los intérpretes se reparten los minutos de metraje con apariciones breves e intensas, tratando de dar al conjunto una apariencia de mosaico homogéneo y trabajado. Y aunque hemos mencionado las casualidades como nexo de unión, sería más acertado citar la intolerancia y el racismo como el auténtico eje vertebrador de una película sólida y valiente.
El racismo es tratado de forma excepcional, sin prejuicios ni pretensión alguna de manipulación: árabes, negros o blancos desconfían entre sí en un recuerdo de tensiones históricas que demuestra que en América la lucha racial aún no ha terminado. A la secular distancia entre negros y blancos se suma la raza árabe, marcada de manera definitiva por el terrorismo islamista. Cualquier pretensión de separar buenos de malos queda totalmente evaporada con un retrato cruel, soberbio y ejemplar del problema, huyendo de la demagogia o lo políticamente correcto. "Crash" es cine de denuncia en estado puro.
Las interpretaciones son estelares en algunos casos, como el de Matt Dillon como un policía racista o Don Cheadle como un inspector de color. Actores más conocidos por películas comerciales, como Brendan Fraser o Sandra Bullock, sorprenden como Fiscal del Estado y su pareja con dos trabajos muy sólidos y limpios. Los personajes tratan de ser una muestra pura de la América del nuevo siglo: inmigrantes árabes marcados por el 11-S, negros honrados con trabajos manuales perseguidos por su color, criminales de color que justifican sus actos por un supuesto racismo, policías blancos con padres enfermos que culpan de su desgracia a la raza negra... Un extracto algo tramposo de un país que se debate entre la modernidad tecnológica y las profundas fracturas sociales que se abren en su interior.
Paul Haggis, guionista de "Million Dollar Baby", debuta en la dirección con un rodaje errático que justifica con un par de nexos muy bien resueltos que sorprenden al espectador, que intuye sólo unos momentos antes la jugada maestra. Las vueltas de tuerca no son excepcionales y además, al quedar a la libre interpretación, tratan de adular al espectador tratando de llamar a su inteligencia con estrategias algo evidentes. La estructura post-moderna se agradece y la línea valiente también, dando como resultado una película sin fisuras aunque tampoco inolvidable, una de las favoritas en la ceremonia de los Oscar.

Saturday, January 21, 2006

CRÍTICA: Videoteca (Sostiene Pereira)

Sostiene Pereira

Título original: "Afirma Pereira"
Director: Roberto Faenza
Guión: Roberto Faenza, basado en la novela de Antonio Tabucchi
Intérpretes: Marcello Mastroianni, Joaquim de Almeida, Stefano Dionisi, Daniel Auteuil
Año: 1996
Nacionalidad: Portugal/Italia/Francia
Género: Drama
Metraje: 104 min
Calificación: Buena (***)
Original y acertada adaptación de una novela contemplativa y eminentemente psicológica. No es sencillo, menos aún en el cine actual, lograr una película de un acabado formal tan brillante con unos mimbres tan limitados al terreno ético y literario. Una película totalmente europea para una historia portuguesa y universal.
Pereira es el director de la sección cultural del diario "Lisboa" en el año 1938. Un día lee una excelente necrológica en otro periódico y decide contratar a su autor. Éste es un joven italiano muy combativo ideológicamente que obrará un cambio radical en Pereira: le hará abandonar su visión de la vida como un espectáculo ajeno hasta involucrarse totalmente en los difíciles momentos que vive en su país. La película narra este lento proceso de cambio que se produce en el anciano escritor, inicialmente partidario de no participar en política y limitarse a sus páginas culturales, y que finalmente se ve obligado a denunciar el fascismo creciente que reina en la vida pública nacional.
Dejando aparte debates ideológicos, se vive con interés el cambio gradual en Pereira, maravillosamente interpretado por Marcello Mastroianni en una de sus últimas películas. El grupo de actores europeos que le acompañan es bastante notable, desde el francés Daniel Auteuil (doctor en el balneario que frecuenta Pereira) o el italiano Stefano Dionisi (como el revolucionario Monteiro Rossi) hasta el portugués Joaquim de Almeida (el camarero Manuel). Por encima de las buenas interpretaciones reina la reconstrucción genial de la Lisboa de 1938, acompañada por la insólita colaboración musical de Ennio Morricone y Dulce Pontes. El resultado es una banda sonora memorable, inequívocamente portuguesa pero admirablemente integrada en el espíritu de la historia. Entre los defectos, podemos mencionar una cierta morosidad forzada por una historia difícil de explicar en una pantalla de cine. Eso obliga a recurrir a una "voz en off" que, iniciando la escena con el recurrente "sostiene Pereira", hermana cine y novela además de aportar algo más de luz a la instrospección psicológica del personaje.
El balance definitivo es el de la mejor adaptación posible para una historia atemporal pero que consigue tomar un sabor luso inimitable. Es sin duda una película épica de superación personal, que invita a vivir con intensidad el momento histórico que nos ocupe y a estar abierto permanentemente al cambio, a la rebeldía, a la firmeza moral ante las injusticias del hombre.

Wednesday, January 11, 2006

CRÍTICA: Cartelera (Las Crónicas de Narnia)

Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario


Título original: "The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe"
Director: Andrew Adamson
Guión: Ann Peacock y otros, basado en la novela de C.S. Lewis
Intérpretes: Georgie Henley, Skandar Keynes, William Moseley, Anna Popplewell, Tilda Swinton.
Nacionalidad: EEUU
Año: 2005
Calificación: Entretenida (**)

La serie de novelas conocida como "Las Crónicas de Narnia" se compone de siete libros escritos en la década de los 60 por el profesor universitario C.S. Lewis, gran amigo de Tolkien. No es de extrañar el evidente parecido entre el mundo fantástico creado en "El Señor de los Anillos" y el que se reconstruye en esta entretenida película de aventuras. Pero aparte de los seres mitológicos de muchas culturas que pueblan sus páginas y de la radical confrontación entre bien y mal, ambos mundos se distinguen por el mayor trasfondo religioso y místico de la historia que nos ocupa.
Nos encontramos en Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial. Cuatro hermanos son destinados al caserón de un huraño profesor, donde la más pequeña de ellos descubrirá un armario que les conducirá a un mundo fantástico, Narnia, donde siempre es invierno. La Bruja Blanca gobierna el país con mano de hierro pero cuenta la leyenda que dos hijos de Adán y dos hijas de Eva llegarán a Narnia para, con la ayuda de Aslan, recuperar el trono. Una vez en ese nuevo universo, se verán envueltos en sus conflictos y tendrán que superar sus temores infantiles para que triunfen la libertad y la justicia.
La historia de Lewis, escrita con un lenguaje rico y dotada de un fuerte contenido simbólico, sólo está plasmada superficialmente con un buen acabado técnico pero muchos defectos de fondo. Para comenzar, la epopeya pierde parte de su profundidad al dirigirse al tradicional público infantil de la novela y verse constreñida a un metraje reducido. Eso da lugar a tramos inconexos de la película, que lejos de llenar los vacíos de la historia original, despojan de evolución psicológica a los personajes y plantean una acción con una continuidad forzada y poco creíble.
La batalla final tampoco está tan lograda como se podría esperar y las interpretaciones infantiles son algo irregulares. Evidentemente, sigue el éxito de taquilla de "El Señor de los Anillos" con una buena producción pero un presupuesto más limitado (sigue siendo una superproducción) y muchas menos pretensiones. Su objetivo principal, el entusiasmo del público infantil y el entretenimiento del adulto, lo logra con creces. Pero poco más.