CRÍTICA: Cartelera (Plan Oculto)
Plan Oculto
Título original: "Inside man"
Director: Spike Lee
Guión: Russell Gewirtz
Intérpretes: Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster, Christopher Plummer, Willem Dafoe.
Género: Thriller
Metraje: 129 minutos
Nacionalidad: EEUU
Año: 2006
Calificación: Buena (***)
Últimamente, Hollywood sólo produce dos tipos de películas: subproductos abominables o entretenimientos de calidad, hechos con esmero y cierto respeto hacia el espectador. Por suerte, nos encontramos en el segundo caso, con una película bien construida y agradable de ver, dirigida con eficacia y con un elenco de intérpretes muy afortunado. Aunque la película no alcanza el estrato de las rarezas que se ruedan como un producto y acaban siendo una obra de arte. Por desgracia, el tema y las pretensiones no dan para más que una cinta comercial.
La idea del atraco perfecto, aquél que no se puede perseguir porque no se ha cometido, no es en absoluto nueva para el cine o la literatura. Un grupo de hombres armados irrumpen en una sucursal de Nueva York y toman rehenes; cuando la Policía lo asalta por la fuerza no puede identificar a los asaltantes y en las cajas no falta ni un dólar. El principio de la película es impactante, con un Clive Owen que nos habla del éxito de su estrategema desde una especie de zulo que no parece una cárcel pero tampoco un paraíso tropical. Un planteamiento en apariencia tan brillante precisa de explicaciones simples, aunque la historia no es demasiado sencilla en ese aspecto: surge una historia de venganza que proviene de la Segunda Guerra Mundial que relaciona al director del banco, el poderoso Arthur Case (Christopher Plummer) con el objeto del robo y chantaje de los ladrones. El interés de Case por el desarrollo de la toma de rehenes parece ir más allá de lo profesional y rápidamente nos pone en guardia: ¿qué intereses personales defiende y por qué pide a Madeline White su mediación ante los criminales? Pero hay otra pregunta muy relacionada y que apareció en la primera toma: ¿cómo se han evaporado los asaltantes? El cabecilla de éstos, Dalton Russell (Clive Owen) tiene que cumplir la promesa que hizo al negociador policial, el detective Frazier (Denzel Washington), y saldrá por la puerta principal del banco como un ciudadano más. El guión recurre a lo rocambolesco para justificar los dos detalles principales: el móvil del atraco y la forma de evasión. Son más sorprendentes los trucos con los que nos sorprende el nudo de la trama, como el del micrófono o el albanés.
Denzel Washington, imprescindible en toda película de Spike Lee, va creciendo con los años aunque el mejor trabajo de la película es el de Clive Owen. Éste logra el personaje frío y perfecto que sólo logran hoy en día gente tan consolidada como Kevin Spacey o Ed Harris en este tipo de papeles. El resto son eficaces aunque insisten en recrearse en su rol sin éste no lo exija, como es el caso de Jodie Foster, la mediadora al servicio de Plummet. A aquellos interesados se les informa de que la "albanesa" que llena dos minutos de película con su imponente aparición se llama Florina Petcu y es rumana.
La dirección tiene fases brillantes, como aquélla que mezcla las escenas del secuestro de los rehenes con el posterior interrogatorio policial. Este avance simultáneo en dos tiempos diferentes tampoco es una innovación pero sí está desarrollado a la perfección. Desde aquí recomendamos acudir al cine para pasar un rato ameno con una cinta interesante, aunque advertimos de que es una historia convencional que no va a maravillar a nadie. No es una gran película porque no intenta serlo, pero al nivel del cine actual no deja de ser uno de los mejores estrenos.